sábado, 17 de noviembre de 2012

Escribe.

Escribe. Una palabra detrás de otra. Piensa, recapacita, plásmalo. Una idea, una historia, un sueño. Todo vale. Eres tú, a través de las letras que salen veloces de tus manos. No mires atrás, no corrijas, no reescribas. Sólo déjate llevar. Saliendo de ti, directamente desde tu alma. Tus errores aquí demuestran que no eres perfecto. Eso es bueno. Si no eres perfecto, eres persona. Si eres humano, estás vivo. Si estás vivo puedes dejar que la puta vida te sorprenda. Bien, mal, dolor, amor, alegría, aburrimiento. Vida. Y cuando finalmente caigas lo harás con una sonrisa. Tendrás recuerdos con que llenar tu mente. Habrás dejado huella en el corazón de los que te rodean. Estarás vivo para siempre. 

Escribe. Una palabra detrás de otra. Demuestra a la gente cómo eres, qué eres, quién eres. Cómo has llegado hasta aquí, hacia dónde vas. No te arrepientas de lo vivido, arrepiéntete de lo que no te atreviste a hacer. No planees cada día, solo disfrútalo. Si lo necesitas, grita. No te dejes atrapar por lo que piensen los demás. Eres tú, en tu vida, con las personas que quieres y necesitas. Sólo eso. Eso es lo importante, lo que queda cuando el viento se lleva lo que sobra. 

Escribe. Una palabra detrás de otra. O haz lo que te dé la gana. Pero vive.




Tayne.

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